El niño, menor de 10 años, había sufrido una fractura en el maxilar inferior como consecuencia de la extracción de un tumor. Esta extracción le había provocado una deformación considerable en el rostro así como dificultades para comer y hablar.
Gracias a la tecnología 3D se han podido reconstruir los huesos de la mandíbula con unas precisiones exactas a las necesidades del paciente. Como afirman sus médicos, "Hecho a medida". Actualmente el niño puede hablar y comer con normalidad y no sufre secuelas físicas importantes.