Reducir algo tan simple y tan complejo
En impresión 3D es muy importante intentar reducir el material al máximo, siempre que las propiedades mecánicas y el uso de la pieza lo permita. Este hecho, que puede parecer tan simple, a veces nos resulta complejo, sobre todo si estamos acostumbrados a diseñar para mecanizado.
En este caso podemos ver el antes y el después de una pieza que, originalmente, se realizada con mecanizado de aluminio.
Dada su localización y los esfuerzos soportados, se valoró la idea de rediseñarla para impresión 3D, llevando a cabo el simple gesto de vaciar una parte del material. Gracias a ello se ha reducido el coste de la pieza un 56.7% respecto al coste de fabricación de la misma pieza en impresión 3D consiguiendo que la pieza realice la misma función.